El número de soldados que han decidido abandonar las filas de las tropas ucranianas ha ido en aumento, lo que significa para el Ejército de Kiev la negación de una mano de obra que requiere de manera desesperada en un momento de suma importancia en el conflicto.

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Medios de comunicación aseguran que el número de desertores se registra en “decenas de miles”, al tiempo que resaltan que “unidades enteras han abandonado sus puestos, dejando las líneas defensivas vulnerables y acelerando las pérdidas territoriales”.

Los métodos que han utilizado los solados han sido la solicitud de licencia médica y, luego de que se le ha otorgado no se reincorporan más, según los medios, por estar “atormentados por los traumas de la guerra y desmoralizados por las sombrías perspectivas de victoria”.

En tanto, otros simplemente se insubordinan en plenos combates, lo que provoca que las tropas se diezmen.

Un analista militar asentado en Kiev, Oleksandr Kovalenko, ha catalogado esta situación como un problema “crítico”, afirmando al tiempo que “este problema sólo crecerá”.

Estas bajas de las tropas ucranianas se desarrollan en un contexto donde Washington solicita a Ucrania incorporar más soldados, precisando la edad en 18 años como máximo.

En tanto, según cifras oficiales del Gobierno ucraniano, “más de 100.000 soldados han sido acusados ​​bajo las leyes de deserción de Ucrania desde que Rusia invadió el país en febrero de 2022”.

En esa línea, “casi la mitad se han ausentado sin permiso solo en el último año”, esto, luego de que Kiev se movilizara en búsqueda de reclutas, lo que, según admiten los jefes políticos y militares, “ha fracasado en gran medida”.

Citado por medios estadounidenses, un oficial de la 72 Brigada de Ucrania, afirmó que “está claro que ahora, francamente hablando, ya hemos exprimido al máximo a nuestra gente”.

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